jueves, 17 de octubre de 2013

Miedo a que todo sea como antes?

Como ya os conté en la presentación de este blog, decidí dejar el trabajo unas semanas después que me diagnosticaran la diabetes. El 28/05 fue mi último día. Creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado hasta día de hoy.

Esta decisión no la hubiera podido tomar sin el apoyo incondicional que tuve de mi mujer y mi familia. Yo ya estaba mal en el trabajo antes de la diabetes: muchas horas, mucho estrés, vómitos antes de ir a trabajar,... Debería haber tomado esta decisión incluso antes de la diabetes, pero el día a día y las responsabilidades que nos metemos en la mochila, supongo, no nos dejan tiempo para pensar las cosas ni 5 minutos al día. Tuvo que ser la diabetes la que me abriera los ojos, y por ello doy las gracias.

No fue una decisión fácil: hipoteca, guardería, deudas... Pero con el apoyo de mi mujer decidimos que era momento de centrarme un poco en mi y en la diabetes. Así que en el momento de mi vida, dónde más responsabilidades tenía y mejor puesto de trabajo, lo dejé. Gracias a eso, más de 5 meses después, puedo decir que mi vida a dado un giro de casi 360º. Con esto no quiero decir que mi vida antes no fuera buena, si no que no la aprovechaba, no la podía disfrutar como deseaba y como se merecían los de mi alrededor.

En estos 5 últimos meses, he podido disfrutar de lo que realmente importa, mi familia. He podido dedicar más tiempo a mi hijo y a mi mujer (aunque aún se merecen mucho más) y he descubierto algo que me apasiona: el trail running. La verdad, creo que antes de la diabetes ni en mis mejores sueños, podía imaginar que mi vida a día de hoy seria así. Por otra parte, está mi amiga y compañera de por vida ya : la diabetes. He pasado por momentos difíciles (y los que me esperan, me imagino), pero estoy contento porqué sobretodo gracias a mi mujer, he podido aprender de los baches que he pasado y sacar lo positivo. En realidad no me puedo quejar en absoluto porqué me de la impresión que han sido pocos. Tengo más recuerdos positivos: de los primeros entrenamientos dónde conseguía controlar bien el azúcar, de los cambios en las pautas de insulina que salían bien, de la gente con quién lo he podido compartir y me han ayudado (tanto familiares y amigos de siempre, como nuevos amigos diabéticos que he conocido online (Vamos Diatlétics!)), el empezar a conectar mi cabeza con mi cuerpo,...

Ahora bien, con mi mujer ya hablamos que en Septiembre me volvería a poner en marcha, y que empezaría a buscar trabajo. Des de que el 1 de Septiembre de 2013 llegó, por mi cabeza no han parado de pasar millones de pensamientos y sensaciones totalmente contradictorias que creo es momento de analizar (45 días después...). Por una parte, soy consciente que un día u otro tendré que volver a trabajar, aunque por primera vez en mi vida me he dado cuenta  de que se vive muy bien sin ello. Al cumplir los 18 comencé a estudiar la carrera de turismo y me busqué un trabajo para pagarme una parte de mis estudios en la universidad. Des de ese día ya no he parado hasta este mayo pasado. Durante muchos años ha sido lo único me hacia sentir realizado y bien conmigo mismo. Quería más y más. Llegué a ser subdirector de hotel en Zaragoza, durante la Expo, con 21 años. Pero llegó un día en que esas ganas de más trabajo y responsabilidad me superaron. No lo disfrutaba, lo pasaba mal,.... y así estuve durante unos años. Creo que una de las cosas que me frenan a la hora de empezar a trabajar ahora es justamente acordarme de esa sensación. Ahora sé lo que no quiero para mí, y supongo que mi cabeza relaciona inconscientemente el trabajar con sentirse mal. Necesito un trabajo que me permita estar todo lo que quiero con mi familia y poder salir a correr. Además, creo que lo más importante es encontrar un trabajo donde pueda compatibilizar el ritmo del mismo con un buen manejo de la diabetes.

Actualmente, al estar en casa, tengo siempre el tiempo necesario para mirarme el azúcar, comer lo que necesito,.... lo cual me permite tenerlo todo controlado. Ya llevo unas semanas en que las hipos van menguando, lo cual me da cierta tranquilidad, pero a pesar de eso sigue siendo un factor negativo. En los trabajos que he hecho anteriormente, trabajaba cualquier día de la semana, cualquier turno y sin un horario establecido para la  pausa. A día de hoy, no me veo pudiendo desempeñar un trabajo así. Creo que necesito un trabajo con cierta estabilidad en cuanto a los días y horarios se refiere. Un trabajo dónde tenga mi descanso fijo para comer ( siempre a la misma hora), y dónde tenga la tranquilidad de poder tomarme mi zumo para recuperar la hipo si es necesario. Esto en mis anteriores trabajos hubiera sido imposible. Evidentemente con los nuevos "requisitos" que necesito para trabajar a gusto, no espero cobrar lo que cobraba antes, aunque la verdad tampoco lo necesito. Creo que sería muy feliz trabajando de lunes a viernes, de 9h a 18h, con mi pausa a las 14h para comer, en un trabajo delante un ordenador, dónde me podría mirar el azúcar a las 11h y comerme mis 3 galletas para llegar bien antes de la comida. 

Hasta la fecha, ya he hecho un par de entrevistas. En una me llamaron la misma tarde para darme el trabajo. En la otra, un amigo que trabaja ahí, me informó que les había gustado y que pensaban en mi para cubrir la vacante. A la primera le dije que muchas gracias pero que no era el tipo de trabajo que estaba buscando. A mi amigo le comenté que el trabajo me parecía muy atractivo, pero el horario era incompatible, así que no me interesaba. Espero y deseo encontrar este trabajo que me permita llevar bien la diabetes, y tener el tiempo para lo que realmente importa.

Soy consciente de que a medida que pasen los meses y los años, la diabetes será distinta y también mi control sobre ella. Y estoy seguro que la diabetes no tiene que ser un inconveniente para desempeñar cualquier tipo de trabajo, pero si veo que las necesidades que tengo ahora son unas, y no las puedo obviar. Me encantaría poder aplicar para cualquier oferta de trabajo que fuera interesante, sin tener que preocuparme tanto de horarios y demás....pero estoy tranquilo porque se que ese día llegará y podré hacer lo que más me apetezca!

PD: si hay alguien que esté leyendo esto y este buscando a alguien para cubrir una vacante por la zona de Barcelona que cumpla estos requisitos, que me lo comente en este post y le enviaré mi CV!

martes, 8 de octubre de 2013

1º Marxa de Resistència La Mola - Santa Perpètua

Tenía muchas ganas de que llegara este día. Estaba deseando ver como mi cuerpo y mi azúcar respondían a esos 42Km con un desnivel acumulado de más de 3000 metros.

Gracias al dietista-nutricionista Serafín Murillo, investigador del CIBERDEM, que hizo lo posible para que nos viéramos antes de la marcha, encaré este reto con más tranquilidad y seguridad. Me dijo que probáramos a bajar la Lantus la noche anterior y programamos un desayuno un poco antes de la salida sin insulina rápida. Durante la marcha, un mínimo de 3 raciones cada hora si el control de la glucemia así lo pedía (así que me tocaba mirarme el azúcar cada hora).
Con toda esta información, me hice mi pequeño esbozo de lo que podía ser la carrera, calculando sobre que horas iba a llegar a los avituallamientos (cuando realmente no sabia ni que ritmo podía tener en estas distancias!), ver que podía tomar y cargar la mochila para esos momentos dónde tenía que tomar algo y no tenía ningún avituallamiento cerca (cargué la mochila que parecía que iba a montar un pic-nic para 20 personas!). La verdad es que disfruté con todos estos preparativos. Con la diabetes, todo toma una dimensión distinta. No es sólo conocer tu forma física para saber como encarar bien ese entreno o carrera o marcha y poder disfrutar a lo largo de ella, sino también pensar el "combustible" que va a necesitar tu cuerpo. Lo divertido es que esa cantidad de "combustible" nunca es la misma, y la pauta se tiene que ir regulando. No es lo mismo lo que necesitas cada hora cuando llevas ya 4 horas dándole a las piernas, ni cuando llevas esas 4 horas corriendo o caminando o haciendo caco, ni cuando hace 5 o 10 años que eres diabético, ni cuando estás estresado... Así que cuando uno llega al final, y ha podido disfrutar y controlarlo, hay una sensación de doble victoria. Y la verdad que al tener que estar pendiente de tus "sensaciones", me imagino que me ayuda a escuchar mejor a mi cuerpo, tener más conciencia de mi mismo y ver que puedo o debo hacer en cada momento.

Total, que por fin llegó el domingo y el reloj sonó a las 5 de la mañana! Me levanto a 80 así que me tomo un zumito, me ducho, me pongo mis trapos nuevos de Hoko, me preparo mis Isostars y a la calle. Emili me recoge y nos vamos a Santa Perpètua. Recogemos dorsales y nos subimos al autocar. Este nos lleva hasta el Coll d'Estenalles.



Dorsal 
De camino me tomo mi desayuno que me permite empezar a 180 mg/dl la marcha. Por una parte, tengo muy claro que este es un día para disfrutar, ver lo que me pide el cuerpo durante esas horas de marcha, y ver como responde mi cuerpo después de unas horas dándole a las piernas. Así que con toda al paciencia y calma del mundo tomamos la salida a las 7:40h. Me conozco, y si por mi fuera, ya estaría corriendo hasta La Mola. Suerte que voy con Emili, que está más que curtido en estas distancias, y sé que al final vamos a llevar un ritmo dónde estaremos cómodos durante los 42Km. Así que me quito el chip de carrera de la cabeza, y me lo tomo como un entreno, como una experiencia que me va a servir para las próximas marchas o carreras de distancias similares.
Al principio nos esperan 6Km de subida hasta La Mola. Un terreno bastante técnico y muy divertido. Empezamos andando a buen ritmo y trotando en las bajadas. Llegamos arriba después de 1 hora, y azúcar en 107 así que me tomo mis 3 raciones de Isostar.
 
De camino a La Mola


La Mola
 
Desde allí empezamos la bajada hasta el Km 13 con un desnivel de 600 metros. Es una bajada bastante técnica con unas vistas muy bonitas. Estos primeros 13Km los compartimos con Paco y David, unos compañeros de Emili del Centre Excursionista Independent. Lo bueno es que Paco corre en casa y se conoce esto de maravilla, así que lo vamos siguiendo.
 
 
 
Llegamos al primer avituallamiento después de 2 horas y azúcar en 98 mg/dl. Nos lo tomamos con mucha calma y me tomo un bocadillo de jamón y un vaso de Coca-Cola. Un buen rato después salimos y encaramos la segunda subida del recorrido. Cruzamos por un rio y tomamos una pista que va subiendo y subiendo hasta el segundo avituallamiento en el Km 19. Después de 3 horas, azúcar en 78 mg/dl (que justillo!), así que me tomo 3 de Isostar, 2 rodajas de sandía y 1 plátano.
 
 



Arrancamos de nuevo y seguimos subiendo por la pista hasta que llegamos al Puig de la Creu.


 

A partir de ahí empezamos otra bajada de más de 5Km, por algunos sitios bastante técnicos. Emili va delante y yo lo sigo. Ya llevamos unos 23Km cuando mi pie no llega a superar una piedra y me caigo de cara en plena bajada. El golpe es bueno. Pierdo las gafas y me clavo el bidón de Isostar en todo el costillar. Mi primera caída en la montaña!! Emili me dice que si no me he roto nada no es importante, así que me sacudo todo el polvo que puedo, me tiro agua encima de las heridas de guerra y seguimos tirando! Llegamos al tercer avituallamiento en el Km 27 después de 4 horas. Azúcar en 86 así que me como 1 plátano y 3 vasos de zumo de piña. Me cambio de calcetines ya que me noto los pies bastante sensibles. Con los pies más secos arrancamos de nuevo. Ahora nos esperan unos cuantos quilómetros de pista y la última rampa de la marcha! Seguimos trotando con unas sensaciones muy buenas, a pesar de los pies que me los noto muy sensibles. Me rallo un poco con lo de tener el azúcar siempre al límite, pero me alegro porque me esta permitiendo hacer la marcha con tranquilidad y sin hipos. Llegamos a otra avituallamiento en el Km 32, 5 horas después de haber tomado la salida. Azúcar en 89 así que me tomo mis 3 raciones de Isostar y 2 vasos de Coca-Cola. Empiezo a notar las ingles un poco cargadas, pero nada serio. Creo que las mallas de comprensión diferencial que estoy estrenando me están ayudando bastante. Salimos de nuevo por carretera. Cruzamos una urbanización y tomamos de nuevo una pista. Ya hemos dejado la montaña atrás, ahora toca llegar a Santa Perpetua. Me encuentro muy bien. El sol empieza a apretar un poco pero la verdad es que hay bastante sombra y aire fresquito. Llegamos al último control y avituallamiento en el Km 38, después de 6 horas. Azúcar en 77 (uff!), las 3 últimas de Isostar y 2 chuches (cuanto tiempo hacía!) para los últimos 4Km. Los últimos Km la verdad es que no son muy bonitos: autopistas, túneles, asfalto,... pero ya queda poco. Mi cabeza aún no se cree que llevando 40Km encima me sienta tan bien. Seguimos trotando hasta que cruzamos la meta las 14:11h! 6h 31min después de tomar la salida. Estoy súper contento y emocionado. Físicamente, me encuentro mejor que recién acabada una carreras de 10 o de 15Km! Y azúcar en 98 mg/dl! Que regalo de día!


Se que gracias a Emili pude disfrutar tanto de este día y llegar tan entero al final. Seguro que de ser por mí, hubiera empezado corriendo y en el Km 25 ya con las piernas cansadas, hubiera llegado  muerto a la meta y seguramente más tarde! Con mucha tranquilidad, disfrutando de cada Km, hablando con compañeros, compartiendo historias,... así es como he vivido mis primeros 42Km, y la verdad es que no podían haber ido mejor! También quiero dar las gracias a la organización (CESP y CEI) y a los voluntarios que nos animaron en todo momento!
Ah! Y de regalo, glico en 5,6%! Yuhuuu!